Los Portales de la Marquesa son una de las estructuras más emblemáticas y cargadas de historia en Mompox. Situados en el corazón del centro histórico, estos portales han sido testigos del flujo continuo de la vida cultural y social de la ciudad desde su construcción en el siglo XVIII. Fueron construidos como parte de un complejo más grande que incluía la residencia de una de las familias más influyentes de Mompox, diseñados inicialmente para ser utilizados como área comercial y social. Rápidamente se convirtieron en un punto de encuentro para los negocios y el intercambio social entre los locales y los visitantes de la ciudad.

Durante la época colonial y los años posteriores a la independencia, los Portales de la Marquesa se consolidaron como el centro de la actividad mercantil en Mompox. Aquí, comerciantes de todo el continente se reunían para vender sus mercancías, desde textiles hasta especias, jugando un papel crucial en la economía local y fortaleciendo los lazos comerciales con otras regiones de América Latina y el Caribe.

A lo largo de los siglos XIX y XX, los Portales de la Marquesa experimentaron diversas transformaciones. Adaptados a las necesidades cambiantes de la ciudad, sirvieron como hostales, tiendas y espacios de oficina, adaptándose siempre para mantener su relevancia en la estructura social y económica de Mompox.